Valores cooperativos

Un antropólogo propuso un juego a los niños de una tribu africana. Puso una canasta llena de frutas cerca de un árbol y le dijo a los niños que aquel que llegara primero ganaría todas las frutas. Cuando dio la señal para que corrieran, todos los niños se tomaron de las manos y corrieron juntos, después se sentaron juntos a disfrutar del premio. Cuando él les preguntó por qué habían corrido así, si uno solo podía ganar todas las frutas, le respondieron: UBUNTU, ¿cómo uno de nosotros podría estar feliz si todos los demás están tristes? UBUNTU, en la cultura Xhosa significa: "Yo soy porque nosotros somos."

lunes, 12 de agosto de 2013

Stop! Rodando el Cambio


Stop! Rodando el cambio es un documental grabado por un equipo de mujeres y financiado colectivamente. Durante un mes viajamos por distintas alternativas entre España y Francia en busca de otras formas de vida más respetuosas con el entorno y las personas que habitamos en él. La teoría del decrecimiento en la que nos basamos nos alerta de la imposibilidad de seguir produciendo como hasta ahora en un planeta cuyos recursos son finitos. Estos niveles de consumo nos han conducido a la desaparición de los bosques, a tener ríos y mares contaminados, sistemas de alimentación intoxicados... todo ello alimentado por la especulación financiera y una clase política despreocupada tanto a nivel social como medioambiental. ¿Cuánto tiempo más podremos esperar para que se produzca un cambio de paradigma a nivel mundial? ¿Es posible vivir felices reduciendo drásticamente nuestras necesidades?

viernes, 9 de agosto de 2013

De cómo hicimos el horno...

Como ya muchos sabéis hemos añadido un nuevo elemento en el espacio huertópico que consideramos de gran importancia para avanzar en este cambio de paradigma que promulgamos.... UN HORNO MORUNO! Sí amigos, qué mejor que poder hacer tu propio pande cada día sin depender del sistema.

Aqui van algunas imágenes del proceso. ( muy pronto video explicativo)






ESTE DOMINGO ( 11 AGOSTO) PAELLA EN HUERTOPÍA

El estanque de la Fortuna Huertópica"
 
 
Hola gente!
Este Domingo, y para que no se diga que en verano está todo paralizado, haremos una paellica en Huertopía, para juntarnos, vernos las caritas y disfrutar del solecito y buena compañía.
Estais todos invitados!

Ps- Si podéis confirmar asistencia para saber cuantos seremos.

saludets

LA gallina Cloe

Grupos de consumo: yo decido



Queremos decidir sobre lo que comemos, de dónde viene, cómo ha sido cultivado, por quién, cómo se establece el precio. En un mundo globalizado, donde la distancia entre producción y consumo es cada día más larga, hay muchas personas que se preguntan sobre el origen de los alimentos. Los grupos y las cooperativas de consumo agroecológico, que en los últimos tiempos se han multiplicado en todo el Estado español, son la mejor expresión de esta voluntad de recuperar la capacidad de decidir sobre nuestra alimentación.

Se trata de vecinos de un barrio o de una ciudad que se ponen de acuerdo para comprar directamente a uno o varios agricultores de su entorno, y apostar por otro modelo de agricultura y consumo, organizándose a partir de asociaciones o de sociedades cooperativas. Algunas tienen personal remunerado, la mayoría no. Son experiencias que fortalecen las relaciones sociales en el territorio, que promueven la economía solidaria, que generan nuevos puestos de trabajo en el campo en plena crisis económica.

El objetivo es devolver el papel central de la agricultura y los consumidores a la hora de definir las políticas agrícolas y que la alimentación no dependa de los intereses económicos de unas pocas multinacionales de la agroindustria. Los criterios de justicia medioambiental y social son los que prevalecen. Por este motivo, ya no se habla sólo de agricultura ecológica sino de agroecología, defendiendo un modelo agrícola sin pesticidas químicos ni transgénicos pero también de proximidad, local y campesino.

La soberanía alimentaria es el principio que guía estas experiencias. Ser soberanos, tener el derecho a decidir, sobre la producción de comida. Una práctica que coloca en el centro la defensa de un mundo rural vivo y las necesidades de los consumidores, que recupera semillas de variedades autóctonas en peligro de extinción y que cultiva teniendo en cuenta los ciclos de la naturaleza.

Los antecedentes de estas experiencias se remontan a finales de los años ochenta y principios de los noventa, cuando surgieron las primeras iniciativas en Andalucía, Catalunya, Euskal Herria y País Valencià, principalmente. Pero no fue hasta mediados de los años 2000 que hubo un crecimiento exponencial y a día de hoy las encontramos en todo el territorio, situadas, principalmente, en las áreas metropolitanas, donde la distancia entre el campo y la ciudad es mayor.

Los grupos y las cooperativas de consumo, pero, no son la única vía para estrechar los lazos entre el campo y el plato. En los últimos tiempos, han proliferado los huertos urbanos, los mercados campesinos, el retorno de jóvenes a la tierra, la venta directa en fincas... que demuestran que otras prácticas en la producción y el consumo de alimentos no sólo son necesarias sino que son posibles y viables.


*Artículo publicado inicialmente en Etselquemenges, 01/08/2013.

ATTAC Castelló: Vídeo de la conferencia "La amenaza del fracking"

ATTAC Castelló: Vídeo de la conferencia "La amenaza del fracking": A finales de 2012 la empresa Montero Energy Corporation solicitó varios proyectos para inciar las investigaciones de extracción de hidr...

lunes, 5 de agosto de 2013

Grecia: jóvenes abandonan el sistema y se hacen autosuficientes en el monte

En las laderas del Monte Telaithrion, en la isla de Evia, un grupo de jóvenes griegos abandonan la ajetreada ciudad y crean una comunidad rural autosuficiente

Su objetivo es comer sólo los productos orgánicos que ellos cultivan, para liberarse de la red eléctrica nacional, e intercambiar lo que cultivan en lugar de utilizar dinero.

El proyecto, cuyo objetivo final es crear una escuela para la vida sustentable, es idea de cuatro atenienses que se conocieron online, en 2008, y se unieron vinculados por su descontento con la rutina diaria de la vida en la ciudad.

Al segundo año de vivir permanentemente en un paraje boscoso al lado del pueblo de Aghios, 80 por ciento de los alimentos que consumen ahora vienen de sus dos huertas y de los frutos que recogen de los árboles.

El grupo, en el que casi todos siguen una estricta dieta vegetariana, duermen en comunidad, en “yurtas”-portátiles, o viviendas como carpas de lona a menudo vistas en Asia Central.

Lo que queda en sus jardines, lo intercambian en el pueblo por suministros que no pueden producir.
Apostolos Sianos, co-fundador de 32 años de edad, renunció a un trabajo bien remunerado como diseñador de sitios web, en Atenas, para ayudar a comenzar la comunidad, llamada ‘Free and Real”.

[Apostolos Sianos, Co-fundador de 'Free and Real']:
“La crisis o las medidas de austeridad en realidad no le afectan porque usted crea su vida y su futuro día a día, no tienen nada que ver con el círculo exterior. Nos puede haber afectado; pero sólo de buena forma porque más y más personas están dispuestas a ser autosuficientes y sostenibles. Así que nos contactan ya que más y más gente después de la crisis quiere involucrarse”.

El grupo usa activamente las redes sociales, y el año pasado más de un centenar de personas de Grecia y del extranjero preguntaron cómo unirse o colaborar de alguna manera.

Dionysis Papanikolaou, por ejemplo, abandonó una lucrativa carrera académica para estar más cerca de la naturaleza y lejos de la pesada atmósfera de la crisis financiera en Grecia.

[Dionisio Papanikolaou, Miembro del grupo]:
“Si se la pasa leyendo noticias o viendo TV, sólo hablan de la crisis, la crisis y la crisis, incluso inconscientemente, dices: ‘¡la crisis!’. Aquí, no hay crisis. Es decir, no hace ninguna diferencia”.
El grupo se enorgullece de ser autosuficiente.

[Panagiotis Kantas, Co-fundador de 'Free and Real']:

“La realidad de la vida está justo fuera de su puerta. Cuando usted quiere entrar en calor, en realidad tiene que salir por la madera, recoger leña y llevarla a casa para entrar realmente en calor”.

Actualmente, se organizan seminarios sobre agricultura orgánica y se elaboran planes para una gran escuela de vida sostenible que se construirá a fines de este verano, para lo cual se recaudó dinero en un sitio de crowdfunding en Internet.

[Panagiotis Kantas, Co-fundador de 'Free and Real']:
“Sólo trato de ser el cambio que quiero ser, en vez de esperar que un gobierno haga el cambio, o en vez de votar por alguien que haga el cambio. Yo trato de ser ese cambio”.

fuente: yometiroalmonte.com

viernes, 2 de agosto de 2013

La tribu Mosuo, 2.000 años de matriarcado

135008_tibet_map.gif Los Mosuo viven una región que estaba aislada del resto del mundo hasta la década de 1970.
Este grupo de 40.000 personas viven bajo las leyes del matriarcado.

El aislamiento de la región del lago Lugu (
situada en las provincias de Yunnan y Sichuan, en la parte oriental de Tibet) ha permitido que el sistema de línea materna floreciera y perdurara, incluso en tiempos del comunismo.

Su región fue conquistada por los ejércitos de los emperadores de China y se convirtió en parte del imperio chino. Pero los Mosuo no han adoptado los patrones patriarcales chinos y no fueron forzados a hacerlo debido al lugar remoto en el que viven (hoy dia para llegar hacen falta 9 horas en jeep).

Se trata de una tradición nacida hace miles de años, cuando era normal el matriarcado en la China rural, según dicen los sociólogos. El matrimonio ambulante es, quizá, el legado de una época en la que era frecuente que los padres murieran en guerras, vivieran como nómadas o fueran monjes budistas que habían hecho voto de castidad y, por consiguiente, no iban a reconocer a su descendencia. En ausencia de los hombres, las mujeres recogían las cosechas, daban de comer a las familias e imponían las normas.
mosuo.jpg
Como en otras comunidades matriarcales, no hay violencia; son comunes el buen trato y la hospitalidad. Entre los Mosuo no tiene ninguna palabra para los conceptos de "asesinato", "guerra", "violación" o  "cárcel"
Ellas son las únicas propietarias. La herencia se transmite de madre a hija, lo que implica que en la región no existen ho
mbres con casa propia.
El apellido de la mujer identifica los lazos de sangre. En cada una de las familias hay una matriarca y es la figura de más alto nivel en el clan.
Los miembros del clan eligen a una mujer de un grupo de hermanas para ser la matriarca. Con la ayuda de sus hermanas, ella cuida de los asuntos económicos y sociales de la clan-casa; es la administradora de todas las posesiones del clan: la casa, los campos, los animales domésticos y el alimento, así como los caballos, que son utilizados sobre todo por los hombres del clan, de sus hermanos y de los hijos.

Los hombres carecen de responsabilidades, trabajan mucho menos que las mujeres y pasan la mayor parte del tiempo reunidos con sus amigos o realizando las tareas que le son asignadas por la matriarca.
yn_Lugu.jpgPero si necesitan dinero para lo que fuere, y tengan la edad que tengan, deben pedírselo a sus madres o, en su defecto, a sus hermanas.

Cuando se les pregunta cuál es la razón para que sean ellas las que manejen la economía responden con naturalidad: "Son mucho más capaces y no gastan en cualquier cosa".

No es una ginecocracia porque las mujeres no ostentan la autoridad política, sólo la familiar.
A nivel político, sorprendentemente delegan tal responsabilidad en un hombre, a quienes ellas eligen anualmente para mantener el orden y actuar de portavoz de la comunidad.
Es curioso ver cómo las propietarias de la autoridad familiar depositan a su vez la autoridad política en un hombre. En esta reciprocidad está el equilibrio. El hombre sirve a la comunidad porque se siente parte de ella.

Sin maridos, sólo madres
aldea.gif aldea 20080306-mosou-house-autef.jpg No existe el matrimonio tal como estamos acostumbrados a entenderlo. El grupo familiar está formado por una mujer, sus hijos, su madre, sus hermanos, sus hermanas y los hijos de esas mismas hermanas.

No existen los maridos.

Muchos de los habitantes de la aldea sólo conocen a su madre y poco les importa saber quién es su padre. No por desinterés, sino como producto de un rasgo cultural. La única figura masculina en la familia que puede ocupar algún lugar relevante es el hermano de la madre.
Casi sin excepción, los hombres siguen viviendo, incluso después de ser padres, en casa de su madre, y ayudan a criar a los hijos de sus hermanas.
"Cuando éramos pequeñas, nos enseñaron a que tratáramos bien a todo el mundo", afirma una Mousu. "Nunca sabes quién puede ser tu hermano".


Los hombres y las mujeres nunca viven juntos; el hombre se encuentra, por las noches, a solas con su amada. No los unen el dinero ni los hijos -que siempre se crían en casa de la madre-, ni siquiera el sentirse parte de la misma familia. Se mantienen enlazados sólo por el afecto, así que cuando éste desaparece nada los liga y se separan.


El hombre mosuo tiene, pues, que ejercer dos papeles: el de tío en el clan propio, donde se ocupa de los sobrinos, y el de padre en la familia de la mujer a la que ama, en la que no es libre de hacer lo que quiere. Los hombres están a cargo de la ganadería y la pesca; aprenden estos oficios, de sus tíos y más hombres de la familia tan pronto como tengan la edad suficiente.

Estas son algunas características en una comunidad tan distinta a lo que conocemos. Este Reino de las mujeres, definitivamente nos invita a reflexionar sobre que es lo natural y cuanto hay de cultural en nuestra sociedad.

Fuentes:
"El reino de las mujeres"  de Ricardo Coler